Nadie se acuerda tampoco de situación alguna posterior a la aparición de MR X en la fiesta.
Pero el Castillo insiste que él en algún momento entró en la cocina a buscar algo, y sostiene que vió a MR X medio escondido detrás del refrigerador, empinándose la botella de Néctar Watt’s, solo, en esa cocina cruelmente iluminada a luz de mercurio en una casa extraña, tres y media de la mañana sin compasión, Renca, Santiago de Chile, MILNOVECIENTOSOCHENTAYTANTOS.